Resumen Completo de la Revisión al libro “Una Vida con Propósito” (The Purpose-Driven Life) Por T. A. McMahon (10 de marzo de 2005).
Artículo escrito por T.A. McMahon, The Berean Call.Traducción por Dante N. Rosso, Ministerio de Traducciones al Castellano. Ver texto original en inglés.
Generalmente hablando, en “Una Vida Con Propósito” Rick Warren emite exhortaciones con las que la mayoría de los pastores raras veces desafían a sus congregaciones, pero que a la mayoría de los pastores les agradaría mucho que sus congregaciones las cumplieran. Warren ofrece algunas enseñanzas que son bíblicamente sanas cuando se usan en el contexto Escritural. A lo largo del libro, el lector encontrará muchas cosas que lo desafiarán en su andar con el Señor. Por otra parte, hay una cantidad de enseñanzas y otros contenidos encontrados en el libro que podrían fácilmente guiar al lector lejos de la verdad de la Palabra de Dios.
Mi principal preocupación es que el lector sin discernimiento aceptará gran parte de lo que Rick Warren presenta (que no es bíblico). Dado su influencia en escala mundial, él está sembrando mucho error entre las ovejas, a pesar del buen contenido que presenta y posiblemente debido al mismo.
Lo que sigue son, en mi opinión, algunos de los aspectos más perturbadores del libro.
Aunque yo he tratado a propósito de evitar esta crítica, no obstante, algunos detalles de la misma se han registrado debido a que revelan una tendencia de parte de Rick Warren que efectivamente tienen serias consecuencias. Por ejemplo, si fuera una rara excepción que Warren presentara mal aplicado un versículo de la Biblia como texto de prueba a favor de un concepto que está enseñando, sería injusto para él que se hiciera una crítica del mismo. No obstante, él hace eso con gran frecuencia a lo largo de la obra UNA VIDA CON PROPÓSITO.
En un esfuerzo por alentar al lector a que termine [de leer] el libro en “40 días,” Rick Warren cita el significado de ese período de tiempo en la Biblia. Sin embargo, él se toma libertades al imponer sus propias ideas sobre las Escrituras a fin de apoyar lo que está diciendo. Aunque sus interpretaciones dan la impresión de ser bíblicas, a menudo no lo son. Por ejemplo, él da una lista de individuos de la Biblia quienes fueron cuestionablemente “transformados” durante una experiencia de 40 días. Esa es una exageración en el mejor de los casos. No obstante, él también incluye la tentación de Jesús, de la cual dice: “Jesús recibió poder después de permanecer 40 días en el desierto.” Esta es categóricamente una mala interpretación en un intento por validar una de las premisas de apertura del libro (pg. 8).
Aunque al lector le parecerá que Rick Warren está aplicando la Escritura, su preferencia por las versiones bíblicas de paráfrasis a lo largo del libro es decididamente contraproducente para el entendimiento de la Palabra de Dios. Además, su esfuerzo por alentar a memorizar versículos de la Escritura (algo que normalmente es bueno), cuando se lo aplica a los versículos parafraseados que él enuncia, no es la memorización de la Palabra de Dios en absoluto, sino más bien, la interpretación subjetiva de las Escrituras hecha por otra persona. Eso no es bueno (p. 10).
Warren escribe “La mejor manera de descifrar el propósito de Dios para tu vida es permitir que la Escritura hable por sí misma” (pg. 11). Pero el uso de Warren de tantas interpretaciones de paráfrasis subjetivas hace que sea imposible que “la Escritura hable por sí misma.” Una paráfrasis de la Biblia es la interpretación de un individuo de lo que él piensa que Dios está diciendo.
Muchos ejemplos siguen en este respecto. La página 17 presenta un problema muy evidente: la firma de un “pacto” entre el lector y Rick Warren que sirve como un contrato que compromete a la persona a leer el libro. Esto es anti bíblico (Santiago 5:12), absurdo (¿qué clase de pacto puede uno tener con el autor de un libro?), y es potencialmente espiritualmente perjudicial (¿qué pasa si la persona quebranta el pacto?).
La página 13 comienza con un versículo de la versión bíblica en paráfrasis de Eugene Peterson, The Message [El Mensaje]: “Una Vida dedicada a las cosas es una vida muerta, un tocón; Una vida moldeada por Dios es un árbol floreciente.” (Proverbios 11:28). Aquí (y en todos lados) Peterson parece estar más interesado en el idioma poético que en traducir con exactitud la Palabra de Dios. Lea lo que dice la traducción Reina-Valera 1960.“El que confía en sus riquezas caerá; Mas los justos reverdecerán como ramas.”
Este primer capítulo es tremendamente enigmático. A pesar de que Warren dice las cosas correctas acerca de que el propósito del hombre sólo se encuentra en Dios y no en el individuo mismo, la tendencia en el resto del libro es evidentemente humanista, o androcéntrica (centrada en el hombre). Otro asunto curioso es la promoción de este libro en Purpose-Driven website (sitio web) que menciona numerosas organizaciones seculares que lo usan, como el personal del Presidente, [las empresas] Coca Cola, WalMart, NASCAR, el equipo de fútbol Oakland Raiders, así como también escuelas, clubes civiles, y prisiones. ¿Consideraron seriamente estas entidades la introducción al primer capítulo de que sólo Dios puede revelar el propósito de una persona? A pesar de que Warren dice que el libro “no se trata de ti” (pg. 15), gran parte del enfoque es efectivamente acerca de “ti.” El autor apela continuamente a los intereses propios del lector.
Nótense las serias tergiversaciones de la Palabra de Dios por vía de El Mensaje, Romanos 8:6: “Obsesión con sí mismo en estos asuntos es un callejón sin salida; la atención a Dios nos guía a una vida libre y espaciosa” (pg. 16), contra la versión Reina Valera: “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.” Rick Warren dice: “Cualquier otra senda conduce a un punto muerto,” usando a Peterson para reforzar su punto. Es esta clase de “lenguaje administrativo” que refuerza el punto de vista de parte de muchos de que el libro, es simplemente un libro sobre “cómo tener éxito en la vida.” “Trata sobre el tema de llegar a ser aquello para lo que Dios te creó” (pg. 19).
La página 19 también revela una distorsión humanista importante de Mateo 16:25 de “El Mensaje”: “La autoayuda no es eficaz en todo. El sacrificio es el camino, mi camino, para encontrarte a ti mismo, a tu verdadero yo,” contra la versión Reina Valera: “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.” “Por mi causa” está ausente; “a tu verdadero yo” está presente.
Aunque Rick Warren procura dirigir al lector a la Biblia llamándola “nuestro Manual de Propietario,” en realidad lo señala a uno a las paráfrasis, las cuales dan interpretaciones muy subjetivas y tergiversadas de la Palabra de Dios (pg. 18). En la página 18, encontramos otra interpretación androcéntrica (centrada en el hombre) de la paráfrasis El Mensaje : 1 Corintios 2:7: “La sabiduría de Dios… Proviene de lo profundo de su propósito… No es un mensaje novedoso, es lo que Dios determinó para nuestra gloria desde la eternidad.” [La versión en inglés dice: “La sabiduría de Dios… va a lo profundo del interior de sus propósitos… No es el último mensaje, sino más bien al más antiguo—lo que Dios determinó como la forma de manifestar lo mejor de Él en nosotros,” contra la RV: “Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria”, [y el v. 8] “la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.” ¿Dónde encontramos “lo mejor de él en nosotros” en esta traducción? La “versión” de la Biblia de Peterson es increíblemente humanista desde el principio hasta el fin, y eso, junto con las propuestas humanistas propias de Rick Warren, influye mucho en la obra Una Vida Con Propósito.
Rick Warren declara inequívocamente: “Para descubrir el propósito de tu vida, debes ir a la Palabra de Dios, no a la sabiduría del mundo. Debes fundamentar tu existencia en las verdades eternas y no en la psicología popular, la motivación del éxito o en testimonios inspiradores” (pg. 18). Mientras que eso suscitaría un “amen” inspirador a los que ven la Biblia como su autoridad y suficiencia para vivir una vida que agrade a Dios, Rick Warren difícilmente respalda lo que dice en todo el libro. En realidad, numerosos pasajes rayan en palabras hipócritas. En página tras página, uno encuentra versículos bíblicos usados fuera del contexto, versiones parafraseadas que alteran drásticamente lo que la Palabra de Dios realmente dice, conceptos psicoterapéuticos introducidos por todas partes, estímulos auto-orientados añadidos continuamente, y contradicciones (incluyendo la recomendación de “historias inspiradoras” sobre predicación) que en el mejor de los casos son desconcertantes, y engañosos en el peor de los casos.
El capítulo 2
El Capítulo 2 es problemático en todas partes. El énfasis es en “ti” y “tu valor” en la página 24: “Somos el centro de su amor y lo más valioso de toda su creación.” La Biblia dice, Dios decidió darnos vida mediante la palabra de verdad para que nosotros pudiésemos ser la más importante de todas las cosas que él hizo.” (Santiago 1:18, Versión Nuevo Siglo). No obstante, la versión RV dice: “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.” Difícilmente un énfasis “valioso” o “más importante” allí. Sin embargo, Rick Warren añade, “¡Fuiste creado como un objeto muy especial del amor de Dios!”
Capítulo 3 en adelante
El capítulo 3 comienza con la misma cosa que Rick Warren dice que él rechaza: “psicología popular.” Reconoce los conceptos Freudianos pseudo-científicos (“creencia inconsciente”; [personas] inconscientemente se castigan a sí mismas”) e intenta incluir a Caín en esto al explicar que “su culpa lo desconectó de la presencia de Dios.” Rick Warren luego trata de usar esto para apoyar su tesis de este libro: “Eso describe a la mayoría de las personas de hoy—errantes por la vida sin un propósito” (pg. 27).
En vista de las promociones del La Vida Con Propósito por su casa publicitaria y la iglesia Saddleback Community Church citando recomendaciones de numerosas corporaciones y organizaciones seculares que están usando el libro, me gustaría enterarme de qué es lo que los ha atraído al objetivo declarado de Rick Warren para el lector: “Esta jornada de cuarenta días te mostrará cómo vivir una vida impulsada por el propósito—una vida guiada, controlada, y dirigida por los propósitos de Dios.” ¿Es esto realmente significativo para la Corporación de la Coca-Cola y otras? No, no son los aspectos espirituales, pero quizás estén rebuscando otras cosas que ellas creen que hará que sus compañías sean más exitosas.
En la página 30 Rick Warren erróneamente coloca a Isaías y a Job entre los que no tienen propósito en sus vidas. Rick Warren se refiere positivamente al Dr. Bernie Siegel, miembro de la Nueva Era que tiene un espíritu-guía y aboga por las visualizaciones ocultas para la sanidad (pg. 30). ¿Cuál es el valor de usar como respaldo citas de individuos que son Cristianos cuestionables o cuyas vidas y creencias rechazan el evangelio bíblico? No obstante Rick Warren presenta muchas de las tales personas a lo largo de su libro en apoyo de sus ideas.
Al promover el tema del “Propósito”, Rick Warren cita Isaías 26:3 de la Versión Inglesa de Hoy: “Tú, Señor, das perfecta paz a los que guardan firmes sus propósitos y ponen su confianza en Ti.” Sin embargo, el versículo no tiene nada que ver con el “propósito” de Rick Warren; “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado, RV” (pg. 31).
Warren también se refiere positivamente al Trascendentalista Henry David Thoreau y al anticristiano George Bernard Shaw (pgs. 31, 32). En la página 34, Rick Warren dice, “Dios no le va a preguntar acerca de su antecedente religioso ni punto de vista doctrinal. La única cosa que tendrá importancia será, ¿aceptaste tú lo que Jesús hizo por ti y si aprendiste a amarlo y confiar en Él?” Esto es lamentable porque presenta una pobre opinión de la doctrina, la misma cosa que Pablo le dijo a Timoteo que conduciría a una iglesia apóstata—falta de inclinación a “retener la sana doctrina.” Además, sabiendo qué “aceptar” con respecto a “lo que Jesús hizo” es claramente un asunto de sana “doctrina” bíblica.
Es enigmático leer en la página 49, “Dios es muy terminante en cuanto al peligro de vivir [sólo] para el momento actual, y de adoptar los valores, prioridades y estilos de vida del mundo que nos rodea.” Es enigmático, porque los métodos de crecimiento de iglesia que él usa en la comunidad de Saddleback ciertamente parecen reflejar la “adopción de valores, prioridades y estilos de vida del mundo” a fin de atraer a los que no pertenecen a ninguna iglesia. Uno se pregunta cómo un lector de la “generación de lo que yo quiero” responderá al dicho de Rick Warren, “Dios hizo las hormigas para que fuesen hormigas, y te creó a ti para que fueses tú. San Ireneo dijo, ‘¡La gloria de Dios es un ser humano lleno de vida!” (pg. 56).
En la página 59, Rick Warren hace un intento que favorece al investigador al presentar el evangelio. Pero nunca presenta la verdad necesaria para la salvación: que los humanos son pecadores bajo condenación y enfrentan la ira y separación de Dios de él para siempre en el Lago de Fuego. No hay explicación de por qué fue necesario que Jesús fuera a la cruz. Rick Warren no explica nada acerca de la cruz que se relaciona con la justicia divina y el amor divino. En cambio, declara que los que no han recibido el evangelio y no están en línea con los propósitos de Dios para con ellos están “sólo existiendo“.
Rick Warren cita Juan 3:36 de la paráfrasis El Mensaje: “¡Todo el que acepta y confía en el Hijo participa en todas las cosas, en la vida completa para siempre!” (pg. 59). Esta es una interpretación que hace una obvia atracción a la carne. Además, deja fuera del versículo la advertencia “negativa”: “pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (RV).

Para tener una experiencia de primera mano en la Saddleback Buenos Aires (el campus de Rick Warren en Argentina), fui durante poco más de 2 meses durante el 2019...
Elegí no googlear antes de visitarlos para no estar influenciado por opiniones de terceros. En este artículo te cuento mis experiencias de primera mano.
A pesar de que la primera frase en el Capítulo 1 de “La Vida Con Propósito,” declaraba, “No se trata de ti,” el énfasis sobre “ti” (el lector) ha sido aparente y ahora levanta su cabeza con más fuerza en el Capítulo 8: “… en el momento que naciste, Dios estaba allí como un testigo invisible, sonriendo en tu nacimiento (pg. 65)… Cuando entiendas plenamente esta verdad, nunca más volverás a tener un problema, como el sentirte insignificante. Si tú eres así de importante para Dios, y Él te considera valioso lo suficiente como para mantenerte con él por la eternidad, ¿qué mayor significado podría tener?” (pg. 65).
Este es el evangelio del amor propio que eleva a la raza humana y disminuye al amor infinito de Dios infiriendo que el objeto de Su amor debe tener valor, dignidad, y significado. Esa es una doctrina centrada en el hombre. Dios es amor. Amar a algo o a alguien debido a su valor o dignidad inherente que le resta importancia al perfecto amor de Dios sometiéndolo a un sistema de valores: Por consiguiente, Dios me ama porque yo soy digno de ello. Al contrario, la Biblia afirma que Jesús fue a la cruz para salvar a sus enemigos (Romanos 5:10)— difícilmente un esfuerzo relacionado con el valor, la dignidad y la importancia.
Otra de las estrategias de mercadeo para el crecimiento de la iglesia de Rick Warren es la de atraer a los que no son miembros de una iglesia ofreciéndoles diversos estilos de música de adoración que apelan a ellos. Sin embargo, en la página 68, él escribe, “¡La adoración no es para su beneficio! Nosotros adoramos para beneficio de Dios. Cuando nosotros adoramos, nuestra meta debe ser traer placer a Dios, no a nosotros.” Rick Warren cita Romanos 12:1 de la paráfrasis El Mensaje: “toma tu vida cotidiana, ordinaria—tu dormir, tu ir a trabajar, y andar por la vida—y colócalos ante Dios como una ofrenda.” ¿Cómo puede uno hacer del “dormir” una “ofrenda”? Más allá de ese agregado más bien raro por Peterson, una traducción literal dice: “que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios” (RV).
El libro La Vida Con Propósito a menudo presenta un punto de vista de Dios que tiene sus orígenes en la mente del hombre, no en las Escrituras. Describir a Dios desde el punto de vista humano con el fin de hacer que el hombre se sienta bien acerca de sí mismo, es tanto antropomórfico como humanista.
En la página 76, Rick Warren cita de la traducción New Living Translation diciendo, “La Biblia nos dice, “los pasos de los piadosos son dirigidos por el Señor. Él se deleita en cada detalle de sus vidas.” (Salmos 37:23). “Él se deleita en cada detalle de sus vidas” es una adición humanista a las Escrituras. Rick Warren añade interpretaciones de la Escritura que van más allá de lo que texto dice o infiere. Al referirse a Lucas 5:5, que no tiene nada que ver con el “sentido” de lo que el Señor instruyó a sus discípulos que hagan, escribe, “Las personas consagradas obedecen la palabra de Dios aun cuando no tiene sentido.” Además, infiere (la idea potencialmente peligrosa) de que el Señor quisiera que el creyente se someta a lo irracional.
Rick Warren juega con las técnicas Católicas de oraciones contemplativas, que rayan en el ocultismo y la meditación oriental:
- Citando del místico Católico Hermano Lawrence en su libro Practicing the Presence of God [Practicando la presencia de Dios (pg. 92).
- Añadiendo al problema de abrir la puerta al panteísmo (“Dios está en todas las cosas) del misticismo oriental, Warren cita Efesios 4:6 de la versión The New Century Versión: “Él gobierna todas las cosas y está en todas partes y está en todo” (pg. 92). La versión RV dice: “un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos [es decir, los creyentes].”
- Rick Warren presenta “mantras” de oración que rayan en “vanas repeticiones”, él escribe: “Una manera es usar “oraciones de aliento” durante todo el día, como lo han venido haciendo muchos cristianos [en realidad místicos Católicos] desde hace siglos. Puedes elegir una afirmación o frase sencilla para repetírsela a Jesús en un aliento: “Tú estás conmigo”. “Acepto tu gracia”. “Cuento contigo”. “Quiero conocerte”. “Pertenezco a ti”. “Ayúdame a confiar en ti”. Repítelas tan a menudo como sea posible a fin de que se arraiguen en lo profundo de tu corazón” (p. 93).
- Más referencias en cuando a promotores del misticismo contemplativo: “Debes entrenar tu mente para recordar a Dios… Los monjes benedictinos recuerdan que deben hacer una pausa y rezar “la oración horaria” con las campanadas del reloj” (pg. 89).
- En la página 94, tenemos otro ejemplo de [expresiones de] doble sentido. Después de endosar el misticismo Católico y las técnicas de meditación contemplativas, Rick Warren confunde al lector al darle una definición de meditación bíblica (también en la página 208), la cual es el antítesis de la meditación contemplativa.
- La página 99 comienza con otro versículo parafraseado que alienta al amor propio que añade una palabra que no se encuentra en ninguna de las traducciones literales: “El Señor le dijo a Moisés, ‘Está bien, tal como tú lo has dicho, haré lo que me pides. Y también haré esto porque te conozco bien y eres especial para mí’” (Exodo 33:17 – versión El Mensaje). Dios no le dice a Moisés que él es “especial” para Él. En la versión RV, dice: “Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.
Rick Warren legitimiza para el lector la “psicología popular” misma que él ha dicho que tenemos que rechazar: “Es probable que necesites confesar alguna cólera oculta o algún resentimiento contra Dios por ciertas áreas de tu vida donde te has sentido engañado o desilusionado.” Rick Warren parece dar validez a la orientación “todos somos víctimas” de la psicoterapia: “La gente suele echarle la culpa a Dios por las heridas que otros les han causado” (pg. 94).
A lo largo del libro, Rick Warren a menudo se refiere a “heridas,” lo cual es el mantra de la industria de la asistencia socio psicológica para atraer a clientes, es decir, sus problemas no son culpa suya, sino que surgen más bien de ‘heridas’ que usted ha sufrido.” Warren menciona al psicólogo popular William Backus, que presenta la “grieta oculta con Dios” como la clave para el bienestar psicológico y espiritual. Luego él utiliza y atribuye veracidad a la desacreditada técnica de “ventilación” de la psicología: “pero liberando su resentimiento y revelando su sentimiento es el primer paso a la sanidad.”
Rick Warren tiene una predilección por elegir versículos de versiones de la Biblia que los hacen más aceptables a la carne. Compárese el uso de The Amplified Bible [La Biblia Ampliada] con lo que la versión RV dice referente a la comunión íntima con Dios en Filipenses 3:10: “Mi determinado propósito es que yo pueda conocerle—que yo pueda progresivamente volverme más profundamente e íntimamente familiarizado con Él, percibiendo y reconociendo y entendiendo las maravillas de Su Persona más fuertemente y más claramente.” Ahora la versión RV: “A fin de conocerle, y el poder se su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte.” El versículo elegido por Rick Warren añade “propósito” y omite “la participación de sus padecimientos.”
Al final del Capítulo 12, Rick Warren resume su tesis del desarrollo de una amistad con Dios. No obstante, que él cita un versículo “fortalecedor” (1 Timoteo 6:21) de la Living Translation que no podría estar más alejado de lo que el texto dice literalmente: “Algunas de estas personas se han perdido la cosa más importante en la vida—no conocen a Dios.” Comparado con la RV60 “la cual profesando algunos, se desviaron de la fe”. Pablo está advirtiendo a Timoteo (y a nosotros) que por amor a su vida en la fe, él necesita evitar las filosofías y las pseudo-ciencias del mundo por las cuales la fe de algunos ha sido socavada.
Es irónico que Rick Warren no considere en este libro la necesidad de discernimiento, y por lo tanto de los versículos de las Escrituras, porque cuando él cita un versículo de “discernimiento, lo aplica completamente mal (pg. 101).En la página 107, Rick Warren dice, “Adorar en verdad significa adorar a Dios como la Biblia verdaderamente lo revela.”
Mientras nosotros estaríamos de acuerdo, tristemente, el libro La Vida con Propósito parece estar prohibiendo eso para sus millones de lectores, por respeto a Rick Warren, a uno le gustaría pensar que más de una persona escribió The Purpose Driven Life [La Vida Con Propósito] debido a las continuas contradicciones. Uno esperaría que fuese el producto de dos o más personas que tienen problemas de comunicación. De lo contrario, suscita la cuestión de ignorancia o bien falta de integridad. ¿Cómo puede uno escribir algunas declaraciones bíblicas muy útiles y luego aparentemente contradecirse a sí mismo en la página siguiente? Por ejemplo, él declara que “La adoración que agrada a Dios es profundamente… doctrinal” (pg. 108), luego en la página siguiente, cita que la adoración es experimental, ritualista, y metodológica. Rechaza la adoración que “enfoca en nuestros sentimientos” pero cita favorablemente la adoración orientada a las sensaciones de “sensoriales,” “ascéticos,” y “contemplativos” (pg. 109).
Rick Warren dice acerca de varias traducciones y paráfrasis: “En la adoración es mucho más fácil ofrecer clichés en vez de hacer el esfuerzo para honrar a Dios con palabras y maneras frescas. Por eso es que le aliento a leer la Escritura en diferentes traducciones y paráfrasis. Eso ampliará sus expresiones de adoración” (pg. 110). Además de los problemas con paráfrasis ya mencionados, el utilizar parafrasis como “Biblia” hace que sea casi imposible ser un “Bereano” (Hechos 17:10-11) o reconocer la sana doctrina. ¿Por qué? Porque no es una traducción literal del significado de las palabras del Hebreo o del Griego sino más bien la interpretación de un individuo de lo que él cree que Dios está diciendo. Por ejemplo, al usar la versión The Message [El Mensaje], uno no puede leer un versículo y decir, “Esto es lo que la Palabra de Dios dice.” Lo mejor que uno podría decir es, “Esto es lo que Eugene Peterson dice que la Palabra de Dios dice.” A fin de ser un Bereano (quienes escudriñaban las Escrituras para ver si lo que el Apóstol Pablo estaba enseñando era verdad), uno tendría que tener una traducción literal de la Biblia y compararla con lo que Peterson escribió.
En la página 115, Rick Warren cita a dos Místicos Católicos Romanos, San Juan de la Cruz y el sacerdote Henri Nouwen. Ambos representan el falso “evangelio” de Roma, promueven el misticismo, rechazan la autoridad de la Escritura solamente, y niegan la salvación por la gracia solamente mediante la fe únicamente, en la cual Rick Warren dice que él cree (pgs. 120, 121). Entonces, ¿cuál es el valor de citarlos? Además, después de endosar a estos místicos Católicos cuya tradición promueve lo experimental con su énfasis en la “intuición, las emociones y los sentimientos” espirituales, en la siguiente página Warren se contradice y escribe, “El error más común que los Cristianos cometen en la actualidad, con respecto a la adoración, es buscar una experiencia más bien que buscar a Dios. Buscan una sensación, y si sucede, llegan a la conclusión de que ellos han adorado… La fe, no las sensaciones, agrada a Dios” (pgs. 109, 110).
Rick Warren desestima la importancia de la doctrina, al escribir: “¿Por qué Dios insiste en que expresemos amor y atención especiales a otros creyentes? ¿Por qué ellos reciben prioridad en el amor? Porque Dios quiere que su familia sea conocida por su amor mutuo más que por cualquier otra cosa. Jesús dijo que nuestro amor de unos a otros—no nuestras creencias doctrinales—es nuestro mejor testimonio al mundo” (pg. 132). La verdad es que a pesar de lo que diga Warren, sin la creencia doctrinal bíblica, no podemos saber cómo vivir una vida que agrade a Dios y, por lo tanto, nuestro testimonio no sería diferente al de cualquier persona razonablemente moral y perdida. Warren en la página 146 dice: “Uno se convierte en Cristiano cuando se compromete personalmente a Cristo; pero se convierte en miembro de la iglesia cuando se compromete a un grupo específico de creyentes.” Esto No es cierto. La iglesia es el Cuerpo de Cristo, del cual uno se hace miembro cuando uno nace de nuevo. Una vez más, Rick Warren se aventura dentro del reino del psicoparloteo con al punto de vista orientado a la víctima de tratar con “heridas” emocionales y demostrando “autenticidad”: “Por supuesto, ser auténtico requiere valor e humildad. Significa enfrentar nuestro temor a la exposición, rechazo, y de ser herido de nuevo. ¿Por qué tomaría alguien dicho riesgo? Porque es la única forma de crecer espiritualmente y ser emocionalmente saludable” (pg. 150). Esto tiene que ver con volverse “transparente” cuando confesamos nuestros pecados a otros, no simplemente confesar a la persona contra quien hemos pecado.
Las características humanistas de la versión El Mensaje surgen otra vez más (Santiago 5:16): “Basta de mentiras, basta de pretensiones. Dígale la verdad a su prójimo. A fin de cuentas, en el cuerpo de Cristo todos estamos conectados unos a otros. Cuando mentimos a otros, terminamos mintiéndonos a nosotros mismos” (pg. 157). Compare con Santiago 5:16 en su Biblia para ver si ella da siquiera un indicio de “todos estamos conectados” o “terminamos mintiéndonos a nosotros mismos.” Versión RV60 “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho“. De nuevo Rick Warren promete un pacto, esta vez “pacto” mezclado con conceptos psicológicos. “Si usted es miembro de un pequeño grupo o clase, le recomiendo un pacto de grupo que incluya las nueve características de la comunión bíblica: Compartiremos nuestros verdaderos sentimientos (autenticidad)…” (Pg. 159).
Nuevamente, Rick Warren se apoya mucho sobre la versión El Mensaje, con su perversión humanista de la Palabra: “Ustedes son benditos cuando son capaces de mostrar a la gente cómo cooperar en lugar de competir o luchar. Allí es cuando uno descubre quién es realmente y cuál es su lugar en la familia de Dios” (pgs. 170-171). Se supone que esto es Mateo 5:9, escrito en la versión RV como: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” ¡Aquí no hay nada de “auto-descubrimiento”!
Rick Warren reitera: “Nunca te olvides de que la vida no es acerca de ti! Tu existes para los propósitos de Dios, no a la inversa” (pg. 188). Es difícil tomarlo en serio en este punto, dadas todas las ideas humanistas que ha introducido. Como un ejemplo más, él cita de El Mensaje en Romanos 12:2, que dice, “Dios hace resaltar lo mejor en ti, desarrolla una madurez bien formada en ti.” ¡Eso ni siquiera está cerca de lo que dice la Escritura! La RV dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Rick Warren escribe: “En la Iglesia Saddleback hemos visto el pasmoso poder de este principio para romper las garras de adicciones aparentemente desesperantes y tentaciones persistentes mediante un programa que hemos desarrollado llamado “Celebre la Recuperación…” usado en miles de iglesias” (pg. 231). Aunque estas páginas contienen algunos consejos sanos, el programa Celebre la Recuperación (como se vuelve claro yendo al sitio de la red electrónica [web] de ellos) está sumamente influido por la psicoterapia y es una variación del mayormente ineficaz y antibíblico pero popular programa de 12 pasos de los Alcohólicos Anónimos que viene del ocultismo (Ver informe mensual de The Berean Call, agosto de 1997).
Rick Warren: “Hay poder en la Palabra de Dios, y Satanás le tiene miedo” (pg. 215). ¿Cómo encuadra eso con Satanás quien realmente cita de la Escritura y otros que usan la Escritura fuera de contexto para fines impíos? Cita a la Madre Teresa otra vez: “Vivir en santidad es hacer la obra de Dios con una sonrisa.” Tristemente, la Madre Teresa creía que “hacer la obra de Dios con una sonrisa” le ganaría la salvación. La psicología popular a menudo se derrama sobre las páginas a costa de la Escritura. En medio de algún buen consejo, Warren dice: “Jacobo [era} inseguro… José fue abusado… Sansón era co-dependiente… David tuvo una amante y todo tipo de problemas de familias [disfuncionales]. Elías tenía tendencias suicidas, Jeremías estaba deprimido… Pedro era impulsivo…” (pg. 253). Esta es terminología humanista psicológica que socava el ejemplo de la victoria bíblica demostrada en las vidas de dichos hombres. Rick Warren empuja la parte “habilidad” de su tesis de lo absurdo al precipicio de la herejía: “Todas nuestras habilidades provienen de Dios. Incluso habilidades que son usadas para pecar son dadas por Dios; ellas simplemente son mal usadas o abusadas. La Biblia dice, “Dios nos ha dado a cada uno de nosotros la habilidad para hacer bien ciertas cosas” (Romanos 12:6 versión New Living Translation). Puesto que tus habilidades naturales provienen de Dios, ellas son tan importantes y tan ‘espirituales’ como tus dones espirituales. La única diferencia es que te las dieron al nacer” (pg. 266-269). Romanos 12:6 no dice, “tus habilidades naturales provienen de Dios.” El versículo se está refiriendo a los dones espirituales: “De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe” (RV). Además, ninguna Escritura nos dice que nuestras “habilidades naturales son exactamente tan importantes y tan espirituales como [nuestros] dones espirituales”.
Rick Warren se lanza hacia los “Cuatro Temperamentos” (un concepto arraigado en el ocultismo, y que aun la psicología rechaza como falsos) y otras teorías de la personalidad. Comienza con un párrafo titulado: “Cómo usar tu personalidad” (g. 265). Bajo este encabezamiento, Rick Warren continúa con este tema: “Dios hizo a los introvertidos y los extrovertidos… pensadores y sondeadores… La Biblia nos da abundante prueba de que Dios usa todo tipo de personalidades. Pedro era sanguíneo. Pablo era colérico. Jeremías era melancólico… No hay temperamentos “correctos” o “equivocados” para el ministerio… Tu personalidad afectará cómo y dónde usarás tus dones y habilidades espirituales” (pg. 266). Estas clasificaciones y conceptos míticos son una obvia tergiversación de las Escrituras. Rick Warren promueve los falsos conceptos de la personalidad que son enseñados por otros: “En la actualidad hay muchos libros y herramientas que pueden ayudarte a entender tu personalidad de modo que puedas determinar cómo usarla para Dios” (pg. 268-269). Alienta a los lectores a ponerse en contacto con la Iglesia de la Comunidad de Saddleback para “Descubrir tu forma para el Ministerio, incluyendo una herramienta para identificar tu forma [junto con evaluaciones de los dones Espirituales e inventarios de habilidades]” (Sección “Notas,” pg. 332). No obstante, después en las páginas 250-251, Warren se contradice: “Las pruebas de tus dones espirituales y los inventarios de tus habilidades pueden tener algún valor, pero son limitados en su utilidad… Muchos libros logran descubrir el proceso al revés”.
Rick Warren parece valorar las experiencias pasadas, sobre la predicación y enseñanza de la Palabra, especialmente las “experiencias dolorosas: ¿De cuáles problemas, heridas, espinas y pruebas has aprendido?… Si realmente deseas ser usado por Dios, debes entender una poderosa verdad: Las mismas experiencias que te han dejado resentido y herido en la vida, las que has ocultado y has olvidado, son las que Dios quiere que uses para ayudar a otros. ¡Ellas son tu ministerio!” (pgs. 246-247). Esto es psicologizar a la iglesia. Rick Warren parece no tener reservas en explotar la Escritura para ese fin: “Pablo entendió esta verdad [de compartir las heridas y experiencias dolorosas de uno], de manera que fue sincero acerca de su contienda con los ataques de depresión… Si Pablo hubiera ocultado como un secreto su experiencia de duda y depresión, millones de personas nunca se habrían beneficiado de ella” (pgs. 269-270).
Dado su continuo mal uso y abuso de las Escrituras, es lamentablemente irónico notar que en la página 279, Rick Warren cita 2 Timoteo 2:15 como un “Versículo para Recordar: ‘Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad”.
En la página 255, Rick Warren una vez más acude a la paráfrasis bíblica El Mensaje para “valorar” al lector: “Cuando Cristo… aparezca de nuevo en esta tierra, entonces tú también te manifestarás, el verdadero tú, el glorioso tú. Mientras tanto, conténtate con la oscuridad” (Colosenses 3:4). Comparado con la traducción de la RV60 “Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”.
Nuevamente, Rick Warren cita de un sacerdote y místico Católico, Henri Nouwen, así como también del “Cristiano” liberal Albert Schweitzer (pg. 292, 293). Me siento perplejo en cuanto a por qué a estos individuos que rechazan el evangelio bíblico les otorgan credibilidad, y me siento muy perturbado sobre la posibilidad de que muchos lectores que están buscando la verdad pudieran ser alentados a investigar sus escritos.
Si es que Rick Warren está confuso o no, él ciertamente confunde al lector. Comenzó el libro diciéndonos que Dios ha determinado todas las cosas acerca de nosotros y que Él nos ha regalado talentos, habilidades, rasgos de personalidad, y que nosotros debemos identificarlos y trabajar de nuestras fortalezas: “Siempre que hagas algo que Dios hizo que te encantara hacer, entonces serás bueno en hacerlo. La pasión impulsa la perfección… Cualquier cosa que hagas bien, debes ponerla al servicio de tu iglesia” (pgs. 262, 265). Pero ahora se nos dice, “A Dios le encanta usar a los débiles… A Dios nunca le impresionó la fuerza ni la autosuficiencia… Nuestras fortalezas crean competencias, mientras que nuestras debilidades crean comunidad” (pgs. 295, 296, 299).
Nuevamente, dirigiéndose a la “psicología popular,” Rick Warren lo tiene al lector mirando dentro o fijando la mirada en “heridas” del pasado. Iguala el aguijón de Pablo con una debilidad emocional: “Puede ser una limitación emocional, como un trauma, un recuerdo injurioso, una personalidad excéntrica o una disposición hereditaria” (pg. 296). “En vez de vivir negando o dando excusas, toma tiempo para identificar tus debilidades personales. Puedes hacer una lista de ellas” (pg. 300-301). En oposición a recordar las “cicatrices emocionales del pasado,” el apóstol Pablo escribió, “pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14). Acto seguido, a Gedeón le hacen un diagnóstico psicológico: “La debilidad de Gedeón era su baja estima y una inseguridad profunda…”(pg. 301). ¡De nuevo, Rick Warren está promoviendo psicología humanista anti bíblica! Gedeón dijo, “mi familia es pobre en Manases, y yo el menor en la casa de mi padre” (Jueces 6:15). Suena como otros héroes de la fe tales como Pablo, quien se consideraba a sí mismo “menos que el más pequeño de todos los santos” (Efesios 3:8), y confesó, “en mí… no mora el bien” (Romanos 7:18), no obstante él era el principal apóstol. Cuando Saúl era “pequeño en tus propios ojos,” Dios lo hizo rey de Israel (1 Samuel 15:17). Podrían darse muchos otros ejemplos, como Moisés que dijo que ni siquiera podía hablar. Nunca a ninguno de estos hombres se les dijo que tenían una baja estima de sí mismos y que para ser exitosos siervos de Dios ellos necesitaban desarrollar una imagen propia positiva. ¡Jamás! Entonces ¿por qué Rick Warren pasa semejantes ideas egocéntricas anti bíblicas a sus lectores?
Rick Warren declara en todo el Capítulo 37 que el testimonio personal de uno es el elemento más importante en testificar. “Esta es la esencia del testimonio: compartir tus experiencias personales con respecto al Señor… En realidad, tu testimonio personal es más eficaz que un sermón…” (pg. 315). Esto no sólo perjudica la importancia de predicar la Palabra de Dios y la necesidad de enseñar la sana doctrina, sino que Rick Warren contradice su propia premisa fundamental de que nosotros deberíamos “acudir a la Palabra de Dios” y no a las “historias inspiradoras” (pg. 18).
Rick Warren quiere que el lector continúe en La Vida [Impulsada] Con Propósito: “Te insto seriamente a que te reúnas en un grupo pequeño de amigos y formes un círculo de lectura de Una Vida con Propósito para revisar estos capítulos semanalmente” (pg. 333).
Rick Warren es increíblemente presuntuoso en la conclusión del libro: “Ahora que entiendes el propósito de tu vida, es tu responsabilidad llevar el mensaje a otros. Dios te llama para que seas su mensajero. En este libro te he dado lo que otros me enseñaron acerca del propósito de la vida; tú debes ahora es pasarlo a otros” (pg. 337). Tristemente, gran parte de lo que Rick Warren ha aprendido de otros y presentado en su libro «Una Vida Con Propósito» es contrario a la misma Biblia que afirma promover.