Sexta serie para romper maldiciones vinculadas con emociones destructivas: rebelión.
En el nombre de Jesús, yo renuncio y rompo todas las maldiciones de las emociones destructivas sobre mí y las generaciones futuras. Esta renuncia incluye, pero no se limita a, las siguientes maldiciones:
Rebelión
1. Rebelión contra Dios, desobediencia, una actitud tibia; indiferencia espiritual, apatía y letargo; cualquier forma de idolatría (incluyendo adorar dioses falsos o comportamiento idólatra), la justicia propia, espiritualidad fingida, y el espíritu de Jezabel.
2. Me arrepiento y renuncio al comportamiento rebelde y rompo todas las maldiciones que puedan haber venido con mi rebelión, específicamente: la negativa a someterse a la autoridad (a mis padres antes de mi emancipación legal), a mi marido (si soy una mujer), o al pastor o los ancianos espirituales de mi iglesia. Yo renuncio y rompo todas las maldiciones asociadas con la rebelión respecto a los asuntos civiles y la autoridad gubernamental establecida, incluyendo violación de la ley y la falta de pago de impuestos, disturbios, robo, el anarquismo, el nihilismo, la desobediencia civil violenta.
3. Yo renuncio y rompo todas las maldiciones asociadas con las emociones y actitudes relacionados con la rebelión, incluyendo ser imposible de enseñar, estar a la defensiva, ser argumentativo, subversivo, manipulador, controlador, o exigente; También pretender sumisión, coercionar y establecer mi propia agenda en conflicto con el bien común.
Kit básico para cristianos con problemas: Índice de oraciones redactadas por Bob Larson para romper maldiciones.